El Gran Maestro holandés Jan Timman narra (Learn from the Grandmasters, 1975) cómo Ludek Pachman se preguntaba en un artículo de los Chess Archives de 1968 por qué era inusual la continuación 1.d4 Cf6 2.c4 g6 3.Cc3 Ag7 4.e4 d6 5.f3 0–0 6.Ae3 e5 7.d5 c6 en el Sistema Saemisch de la Defensa India del Rey.
Según Timman, el propio Pachman aseveró que la razón principal era la continuación de Polugaevsky (8.Ad3), pero cuando Geller jugó la variante contra Polugaevsky en Hilversum 1973, éste no utilizó su movida sino 8.Dd2.
Este hecho sorprendió al holandés y lo motivó a buscar porqué las blancas temerían 8.Ad3. Sólo entonces encontró 8…b5!? como un sacrificio de peón promisorio. Diagrama (Juegan las blancas):
Jan Timman
15 años después, en la ronda 14 de la Copa del Mundo de Reykjavik, 1988, Garry Kasparov, gran exponente de la India del Rey y mejor jugador del mundo en ese momento, decidió utilizar 8…b5 ¡precisamente contra Timman!
¿Conocía Garry los análisis del holandés de 1975, o sería fruto de su “laboratorio casero”? Conociendo la aplicación de Kasparov al estudio y su consistente preparación, intuyo que sí los conocía. Es poco probable que el 13er Campeón Mundial desconociera una obra tan importante como el citado libro de Keene. Timman aceptó el reto y obtuvo el peón de ventaja actuando ésta vez del lado blanco.
Kasparov tomó la iniciativa a cambio del peón y tras algunas imprecisiones de su oponente, logró la victoria.
Dos años más tarde, en el torneo de Linares 1990, Kasparov planteó nuevamente el gambito frente a Boris Gulko, pero ésta vez se desvió del curso de su encuentro con Timman y en vez de 12…Da5 jugó 12…Db6 para caer derrotado. Su variación, al parecer, fue para evitar alguna preparación casera de Gulko.
A partir de éste momento, Kasparov no utilizó más el gambito. ¿Sería debido a su derrota con Gulko? La respuesta nos la da él mismo en su libro Kasparov on Kasparov luego de 9.cb5 (comentando Timman-Kasparov, Reykjavik 1988): “Timman tomó el peón con mucha seguridad (él ya había jugado esto), aunque la profiláctica 9.a3! es más fuerte.
Debido a ésta jugada, conocida ampliamente después de la partida Ivanchuk-Piket (Tilburg 1989), al final abandoné 8…b5”. Garry evalúa esta jugada como dudosa.
V. Ivanchuk
¿Qué dicen las estadísticas?
Entre lo más empleado, la Megadatabase contiene 58 partidas con 9.Cge2; 55 con 9.cb5; 43 con 9.a3; y 35 con 9.dc6, teniendo 9.a3 el mejor por ciento de efectividad para las blancas con un 69.8% y como sus mejores exponentes a Ivanchuk, Lautier, Khenkin y Razuvaev.
Aunque sabemos que esa efectividad se refiere al resultado de la partida y no a la apertura, de cualquier modo, coincide en la práctica con la evaluación de Kasparov. Según la propia fuente, 8…b5 se jugó por primera vez en la partida Karl Burger-Donald Byrne, Campeonato Abierto de los EE. UU, 1957, con triunfo de las negras en 28 jugadas.
Ésta partida es más antigua; todo indica que ni Timman ni Kasparov la conocían. Recordemos que en la década del 70 y 80 del siglo pasado todavía no existían las bases de datos digitales de hoy día.
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