El ajedrecista misterioso tiene muchos problemas para mantener en secreto su identidad, incluso tiene pensadillas en las que es descubierto.
El misterio a su alrededor es tan grande que solo hay ocho personas que saben su identidad, llegando a tardan un mes en confesarlo a su familia. En cambio, ni sus amigos saben a lo que se dedica en sus ratos libres.
Rey Enigma, solo tiene como motivación promocionar el ajedrez. Los 100 euros que se juega en cada partida con extraños no le importaría pagarlos, ya que seguiría cumpliendo su propósito.
Tal y como explicó, en sus retos en Madrid no había sido derrotado por ninguna persona, pero sí que confesó en una entrevista con ‘El Español’ que perdió una partida, en concreto en la ciudad de Pamplona en una de sus visitas.
La gente sabía que Rey Enigma estaría en tal sitio y a tal hora. El nivel subió muchísimo y vinieron jugadores de club a retarme. Sufrí la primera derrota y consiguieron ganarme dos más, comentaba en el citado medio.
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